La casa de Ernesto

En esta historia, existe una disputa por la casa de campo familiar. Ambas se reconocen en la otra como aquello que no quieren ser: una citadina que anhela el amor de un padre y la otra, pueblerina que se ha enlazado con las tareas del campo y se ha alejado del ego. Allí descubren el testamento de su padre quien estableció una cláusula inusual. Ernesto, el gallo favorito, debe heredar la casa junto con Alicia y Susana, siempre y cuando el animal no deje de respirar.