Holanda

Dos humanas nos dejan ver su fuerza, su erotismo, su sensibilidad, su receptividad, su predisposición, su desprotección, su inseguridad, su fragilidad, su brutalidad, su insensatez.
Se ocupan de ir construyendo un mundo imaginario en el que conviven múltiples objetos que con el paso del tiempo co-crean junto a ellas posibles vínculos.
La embriaguez, la locura, el cuidado, la protección, el amor se van mezclando continuamente en movimientos riesgosos que por momentos nos dejan en estado de alarma.
HOLANDA es una obra de movimiento compuesta por dos intérpretes que habitan toda la escena sobre un tapete floreado, manifiestan cierta extrangeridad tan alejada y propia de lo humano.