J. Campos García utiliza la risa y el espanto para tratar cuestiones como el divorcio, el aborto, los malos tratos o el VIH, pasando de la comedia a la tragedia. Junto a la carcajada, el autor hace asomar una visión corrosiva y poco piadosa de la realidad.
El resultado es una obra en la que la relación de pareja se muestra desde una óptica radicalmente distinta a la que es habitual en la alta comedia, y en la que los recursos de esta conviven con otros propios del teatro de vanguardia.
En Triple salto mortal con pirueta, la amenaza no procede tanto del exterior como de la propia relación que los personajes han establecido y del entramado de intereses que ellos mismos han creado. En este sentido, para mostrar una relación carente de autenticidad y basada en intereses económicos y sociales, como es la que mantienen el y ella, la «alta comedia», con toda su artificiosidad, es un registro especialmente adecuado.
Clasificaciones: Teatro, Adultos
- TEATRO PORTEÑO (2019)