Casa de Muñecas

La versión de Fernando Hereñú destaca la ruptura de la Nora de Ibsen con los valores de la sociedad occidental de su época. Toma de la obra original el tercer acto y el descenlace y le superpone una versión paralela en otro tiempo, el actual, donde la violencia de Torbald deja de ser retórica para convertirse en violencia de género.

Las dos historias se complementan, se superponen y finalmente coinciden en el descenlace. Las dos Noras son talentosas actrices jóvenes que representan la generación actual que se ha puesto al hombro la solución de la conflictividad en la relación de género.