Postal de vuelo

Una mujer de edad mediana pero aún atractiva, un dandy decadente, un jugador profesional y un intelectual decepcionado juegan póker entre los restos de un aeropuerto abandonado. Un no lugar en el medio de la nada para estos sobrevivientes de un mundo del que sólo quedan jirones de memorias de antiguos viajes y placeres. Entre desteñidas cintas plásticas que delimitaban las áreas por las que circularon alguna vez los pasajeros, arrumbados carritos portaequipajes y una cinta transportadora que tose agónica, asoma la trompa de un avión. Son los íconos que reverberan los ecos de una tragedia acaecida vaya a saberse cuándo. El tiempo, con la ominosa sintonía de un metrónomo, es el otro personaje, invisible pero implacable. Este es el concepto básico del que parte el imaginario del director Roberto Villanueva para dar vida a Postal de Vuelo, último texto de Víctor Winer, que se estrena el jueves 6 de noviembre en la Sala Villa Villa del Centro Cultural Recoleta, un espacio más que adecuado para esta puesta en escena. Interpretan Postal de Vuelo Victoria Carreras, Antonio Ugo, Aldo Braga y Roberto Martínez, elegidos, al decir del director, según “el carácter moral de los personajes”.