Hertz, fotógrafo polaco, tiene un atelier fotográfico en el Paseo de Julio, zona roja en el Buenos Aires de principio del siglo XX donde saca fotografías sociales (comuniones, casamientos, bautismos, funerales), y también pornográficas: su mujer Filomena y un mulato recitador Rioplatense son retratados en el momento mismo del acto amoroso. Basilio, criollo, matón y buscavidas, comercializa esas fotografías vendiéndolas a los inmigrantes venidos de la vieja Europa, en fondas, dancings y retretes de la zona. El conflicto se desencadena cuando el mulato uruguayo seduce y enamora a la mujer del fotógrafo; y allí comienza otra historia.
Se aclara que en la puesta en escena de La Madonnita se realizan semidesnudos y desnudos. No se practican actos de sexo explícito.
Espectáculo apto para mayores de 16 años.
- CASA DE LA CULTURA (2011)
- CENTRO CULTURAL AMÉRICA (2011)
- 14/05/2010 - El limbo aún existe - Por: Edith Scher