Las 8 estaciones

“En septiembre de 2000, en una casa de música de Amberes, inesperadamente me encontré con una joya musical. Se trataba del CD titulado Las 8 estaciones, obra que une Las cuatro estaciones de Vivaldi con las de Piazzolla. No sólo me gustaron mucho el título y la idea que, en ese nuevo CD, había concretado el gran violinista y compositor Gidon Kremer sino que, al escucharlo, quedé absolutamente conmovido por la conjunción de estilos que él había conseguido recrear.Inmediatamente pensé en crear una obra con esta versión musical y la propuse a la dirección artística del Ballet Royal de Flanders, Bélgica, donde me desempeñaba como Coreógrafo Permanente desde hacía unos años. Aceptada mi oferta, la obra fue estrenada en Amberes el 4 de octubre de 2001. Desde entonces, Las 8 estaciones ha suscitado un enorme interés y fueron muchísimas las representaciones realizadas en Bélgica, en Holanda y Alemania, situación que se repitió luego en la Argentina cuando se estrenó en el Luna Park, y posteriormente se presentó en el Teatro San Martín en 2002.
La obra coreográfica es un viaje cíclico dividido en dieciséis movimientos y, como en la partitura, los climas se van alternando con vivencias y abstracciones. No hay historias, sino atmósferas, y se suscita un diálogo entre ambas versiones musicales: la barroca y europea de Vivaldi y la contemporánea y porteña de Piazzolla. Coreográficamente, en la primera priman las secciones grupales y en la segunda, la intimidad de parejas. Con Las 8 estaciones regresé, de alguna manera, a los duetos, vocabulario diferente en la totalidad de mi obra coreográfica, en la que sin duda han abundado las secuencias grupales, que mucho me ha interesado desarrollar en tantas obras como El Mesías, Carmina Burana o Consagración de la Primavera, que son más cercanas a la música sinfónica que a la música de cámara. Las 8 estaciones se encuentran recorridas por un destacado número de dúos y me alegro de haber retornado en el momento de su creación a esta forma de expresión, que ha enriquecido mi universo creativo.”
Mauricio Wainrot (2009).